atracciones toxicas... YA BASTA!
Desde que somos niños, el pequeño diablito en nuestras mentes nos incita a ir tras lo que está prohibido, lo que sabemos nos puede lastimar, pero aun así nos aventamos de cabeza a ello, en algunos casos hasta literalmente. Cuantas veces nuestras madres o alguna figura de autoridad nos dijo con ímpetu: “no juegues con las tomas de la luz, no cruces la calle solo, no corras descalzo, no molestes al perro de la vecina” etc. y cuantas de esas veces resultábamos hechos un mar de lágrimas, con una mezcla de satisfacción y culpa por haber caído en la tentación; pues bien, las cosas al crecer no cambian mucho, salvo por el tipo de riesgos a los que nos sometemos de manera masoquista, porque bueno no creo que a los veinti-tantos o más aún se quiera meter los dedos en los toma corrientes, o si?
SI bien es cierto que en muchos casos la adrenalina de hacer algo que sabemos no deberíamos, resulta excitante, y todo este rollo de vivir la vida al límite porque es muy corta y todas esas cosas que decimos para justificar cuanta estupidez hacemos, nos ayudan a lanzarnos al vacío de una experiencia ; Y no solo me refiero a salirnos de casa a escondidas, probar el cigarro o una que otra droga recreativa, sino también a liarnos con cierto tipo de personas en relaciones interpersonales “peligrosas” , a las que nos sometemos aun sabiendo que podemos salir lastimados.
Este tipo de personas cuya mente es como una caja de pandora en pleno juego macabro, y que poseen un aura algo turbia, son las que generalmente más nos resultan atractivas, esas que nos envuelven en un juego toxico de nunca acabar, donde nos dejamos llevar por la emoción de ir en contra del sentido común, y nos apegamos a estas personas de maneras impensables, mientras ellas siguen su vida como si nada regalándonos migajas de su atención, afecto y tiempo.
No me voy a extender en esto porque es algo de lo que ya he hablado antes y no es otra cosa, que el amor propio, realmente estamos expuestos a este tipo de interacciones radioactivas todo el tiempo, pero siempre hay que ponerse a uno mismo como prioridad, realmente no vale la pena rogarle atención a alguien que básicamente no le importas, ni pretender que te vea de la forma que quieres porque bien sabias que eso no iba a pasar, eso de estar detrás de quien te ignora y tiene otras prioridades en mente y claro, tu no haces parte de ellas, no debe convertirse en rutina, por más interesante que esta persona pueda llegar a ser, no es lo suficientemente importante como para que signifique perder la dignidad, la cordura y la autoestima.
Ahora bien, cabe mencionar que no solo aplica para relaciones “romanticonas” sino para intentos de amigos, familiares o cualquier pendejo que quiera convertirnos en su perrito faldero para alimentar su ego y subir su confianza en sí mismos mientras nosotros perdemos la nuestra.
Desintoxicarse de este tipo de personas es tan complejo como quien busca limpiar su sistema de drogas, es un proceso incomodo donde debemos aceptar lo ridículos que nos vemos tratando que un imbécil con delirio de grandeza nos regale alguito de su tiempo, mendigando una conversación decente en WhatsApp, una mísera iniciativa para verse, en fin haciéndole vudú para que nos voltee a ver. Maluco, ¿verdad?, no es bonito aceptar que uno se regala de esa manera, pero es el primer paso para erradicar esa mala hierba del jardín de nuestra vida.
Es necesario aprender a dejar ir, y más cuando es por nuestro propio bien, de todas maneras estas personas pueden llegar a ser crudamente honestas y al aburrirse de ti pueden querer echarte de sus vidas de la manera más burda y bueno obviamente no hay que esperar que lo hagan, podemos tomar la decisión de alejarnos antes de que nos hagan más daño, o mejor aún huir para prevenir que nos involucren en esta ruleta rusa donde el arma más peligrosa es la incapacidad que tenemos de decir BASTA!.